Me miro al espejo, ya estoy lista, bueno, en realidad solo estoy lista por fuera, por dentro estoy hecha un flan, ha llegado el gran día, el día en que voy a dar el ''si quiero'' al hombre que amo, a Daniel, mi gran apoyo, mi novio ahora, mi marido en un par de horas, pero... ¿Y si dice que no? ¿Y si digo yo que no? ¿Y si no se presenta? ¿Y si...?
-Hija... -mi madre interrumpe mis pensamientos, cosa que le agradezco, no soy capaz de pensar nada bueno-.
-Dime mamá
-Estás preciosa
Me mira con un brillo especial en los ojos, va a llorar, como llore voy yo detrás y me acabo de maquillar, la miro, le tiembla el labio inferior, se está aguantando, me coge los brazos, me mira de arriba a abajo, creo que está tan sorprendida como yo de que haya llegado este día, me miro de reojo al espejo, pelo recogido en un moño, un par de mechones a cada lado de la cara, el vestido blanco de palabra de honor hasta los pies, el velo... Madre mía, estoy deseando ver como va Daniel...
-¿Estás nerviosa? -me pregunta-.
- Mucho mamá, quiero que todo salga perfecto
- Saldrá perfecto, y ya verás lo guapo que va Dani
- ¿Le has visto?
- Si, tuve que pasar a coger las planchas para hacerte los rizos a los lados y le vi ya vestido, pero no voy a decirte nada que eso es una sorpresa -nos reímos, de repente ella para y me mira a los ojos directamente- estoy muy orgullosa de ti hija, nunca pensé que te vería casándote con el hombre que amas, ya solo me falta que me deis nietos
- Tiempo al tiempo mamá, todo vendrá cuando tenga que venir, pero si tienes nietos tranquila que te dará tiempo a conocerlos -sonrío emocionada-.
Me abraza, se que está llorando pero prefiero no pensarlo para no llorar yo también, tengo que estar perfecta para cuando llegue a la iglesia y esté Dani esperándome. Tengo un nudo de nervios en la barriga que no puedo comer, hoy ni si quiera he desayunado, me veo incapaz, quiero verle ya, quiero que pase ya este día, quiero estar a solas con él y querernos en la intimidad de nuestra nueva casa, la cual estrenaremos hoy, aun no nos hemos quedado allí ninguna noche ni nada.
Me pongo los tacones y miro el reloj, las 16;30, en media hora tengo que estar allí, mis nervios aumentan considerablemente, no puedo aguantar más, necesito verle. Mi madre me coge de la mano y me da un último abrazo, intento no llorar, lo consigo, no se como. Bajamos abajo y me subo al coche, a las 17:00 en punto paramos en la puerta de la iglesia, están todos dentro, madre mía, odio ser el centro de atención, pero es lo que me toca. Bajo del coche con cuidado, mi madre comprueba que estoy perfecta y entra corriendo dentro, dejándome sola fuera con mi padre, me mira y sonríe, sonrío yo también y no nos hace decir nada, nos abrazamos bien fuerte y me coge dispuesto a acompañarme hasta la puerta, en cuanto se abran las puertas le veré, en el altar, esperándome, vestido de traje... Respiro hondo y echo a andar, despacio, lentamente las puertas se abren, todos los ojos están fijos en mi, creo que quiero vomitar, no, no, tengo que relajarme, alzo la vista, al altar, al verle ahí, esperándome, se me humedecen los ojos, no puedo evitar que se me escapen un par de lágrimas, me mira, se queda boquiabierto y yo me sonrojo, ahora mismo me da igual las personas que me estén mirando, solo tengo ojos para él, me acerco poco a poco hasta él, trago saliva, en escasa media hora ya seremos marido y mujer. Conforme me voy acercando me doy cuenta de que está llorando, Dani, mi Dani, llorando... No puedo con eso, sin darme cuenta yo también estoy llorando, la emoción y la acumulación de sentimientos ahora mismo en mi es máxima, tengo ganas de gritarle al mundo que estoy enamorada del hombre más imperfecto sobre la faz de la tierra.
Llego hasta él, al fin, nos miramos a los ojos, me coge la mano y entrelaza sus dedos con los míos, me la aprieta, transmitiéndome seguridad, sonrío, me sonríe y empieza la ceremonia.
Solo falta él, he dicho el ''si quiero'' sin si quiera titubear, sin pensármelo un segundo, ahora le toca a él, el cura ha terminado de hablar, le miro, no me mira, mira al suelo, sonríe ampliamente mira al cura y pronuncia un alto y claro ''si quiero''. El cura sonríe y pronuncia esa frase que dice ''ya puedes besar a la novia'', tras colocarnos las alianzas, le miro a los ojos, trago saliva, este no va a ser ''un beso'', va a ser ''el beso'', el beso que nos unirá para siempre, o eso espero.
Coge mi cara entre sus manos y sin pensárselo una milésima de segundo pega sus labios a los míos, cierro los ojos, llorando, me empiezan a caer todas las lágrimas que tenía aguantadas, se queda algunos segundos más así, besándome, parece que no acaba nunca, entonces se separa, estamos ajenos a todo, me quita las lágrimas de los ojos.
- Te amo Anna Simon
- Y yo a ti Daniel
Sonreímos y me abraza, nos giramos y ahora toca llorar con mi madre y mi hermana, están igual de emocionadas que yo, la madre de Dani aparece, me abraza, está llorando, todos estamos llorando, nos hacemos las típicas fotos dentro de la iglesia y luego salen todos. Esperamos un poco mientras firmamos unos papales y salimos en seguida, nos empieza a llover arroz, genial, voy a estar una semana entera sacándomelo del pelo. Me escondo en el pecho de Dani, que me abraza con fuerza riéndose, intentando protegerme, vamos todo lo rápido que podemos al coche, al fin solos, necesitaba mucho esto. Le miro y sonrío, no aguanto más y le beso lentamente, buscando su lengua con ansias, desde anoche sin vernos y el beso de la iglesia me ha sabido a poco, me siento de lado en su regazo, le necesitaba. No puedo evitar llorar mientras le beso, estoy en una nube ahora mismo, el mejor día de mi vida acaba de comenzar. Se separa y me mira con atención.
- Ya eres mi mujer...
- Y tú mi marido -sonrío-.
- No te haces a la idea de las ganas que tenía de esto, pero lo mejor va a ser la noche de bodas -se ríe y a pesar de que intento que no termino riéndome con él-.
- Siempre pensando en lo mismo... Pero bueno, esta noche supongo que es lo que toca...
- Si -sonríe- Te amo...
- Y yo te amo a ti
Vamos así todo el camino hasta el restaurante, besándonos, dándonos mimos en general, no puedo ser más feliz, le siento un poco más mío después de esto. Nos pasamos la tarde yendo a sitios de León, si, nos hemos casado en León, haciéndonos las típicas fotos de recién casados y sobre las 21:30 vamos al restaurante, allí todos nos reciben con aplausos, más felicitaciones, algún regalo inesperado, no tardamos en sentarnos a cenar. Dani está muy animado, hablando con todos, haciendo gracias mientras que yo solo puedo estar pendiente de él, me asombra que ya sea oficialmente mío, aun que creo que siempre, de una forma u otra ha sido mío. Empiezo a integrarme y a hablar con todos, me lo estoy pasando muy bien, si lo llego a saber me caso antes.
Partimos la tarta, nos ponen un vídeo, yo lloro más aún, nos traen más regalos, Dani y yo tenemos un momento a solas muy romántico en el porche, me promete amor eterno... Yo vuelvo a llorar, hoy me voy a deshidratar. Entramos dentro otra vez, no abrimos la pista de baile porque a Dani le da mucha vergüenza y
se que lo pasa fatal en momentos así, todos bailan, Dani y yo bebemos muy poco, yo porque no me gusta, y él supongo que por la noche que quiere que pasemos, en ese momento me acuerdo de que esta es nuestra noche de bodas y vuelven los nervios a mi ¿le gustará lo que le he preparado? Espero que si, madre mía.
Son casi las 5 de la mañana, se están yendo los últimos invitados y Dani y yo vamos de camino al coche, en cuanto subimos mi cuerpo queda completamente relajado, la música, el barullo de gente, todo lo desagradable ha desaparecido, que alivio, al fin somos solo él y yo. Dani va todo el camino contándome los regalos tontos que le han hecho sus amigos, le han regalado un tanga de leopardo.
-Pues a ver cuando te lo pones -me río-.
- Esta noche no porque algo me dice que vas a ser tú la que se va a poner muy sexy...
Me río con timidez y me miro las manos, jugando nerviosa con mis dedos, le oigo reírse, noto algo de nerviosismo, menos mal que no soy la única nerviosa, supongo que estará impaciente por ver mi modelito para esta noche.
Al fin en casa, primera noche en la casa nueva, aparcamos en el garaje y entramos, Dani va descargando todo lo del coche, está en la cocina cuando yo entro, me acerco a él, a su oído, parar susurrarle:
- Cuando termines espérame en la cama...
Y conforme se lo digo subo al piso de arriba y me meto en el aseo. Me voy deshaciendo el peinado, si no llevo 50 horquillas no llevo ninguna, termino y ya solo me queda quitarme el vestido, no tardo mucho. Saco una bolsa que tenía escondida detrás de todas mis cremas, ahí tengo escondido el pikardías, lo saco, negro y con transparencias, Dani se va a volver loco, le oigo subir la escalera, oigo como se quita el cinturón y lo deja caer al suelo y la hebilla golpea con el suelo de madera, suspiro nerviosa y me empiezo a poner el pikardías, espero que le guste.
- Anna, ¿estás ya?
-¿Estás tú en la cama?
- En la cama y ya listo para todo
Sonrío negando con la cabeza, no tiene remedio. Respiro hondo y abro la puerta despacio, me asomo y espero su reacción, me da un buen repaso en cuanto me ve, está alucinado. Me muerdo el labio y juego con uno de los mechones de mi pelo despeinado.
- ¿Te gusta?
- ¿Que si me gusta? Ven aquí anda ven aquí
Resopla y se rasca la nuca, está nervioso, me río tímida y me acerco a él muy despacio, contorneándome de la manera más sensual que puedo, se me seca la boca, me estoy excitando, cada vez más conforme se hace más corta la distancia, es la primera vez que me pongo uno de estos. Llego al borde de la cama, él solo lleva los boxers, pero antes de sentarme me encargo de que ya no los lleve, tiro de ellos hasta sacarlos por sus pies y los tiro al suelo, me siento encima suya, me pongo cómoda y empezamos a besarnos. Empieza a acariciarme todo el cuerpo, deseando quitármelo todo, y le dejo, le dejo que me desnude, juega con mi cuerpo como quiere, excitándome, provocándome... Y me hace suya una vez más, de una forma dulce, y conforme va pasando la noche cada vez de una forma más salvaje. Cuando los rayos del sol nos indican que está amaneciendo paramos tras amarnos una última vez, estoy muy cansada y entre sus ''te amo'' y sus ''te quiero'' me duermo entre sus brazos. Finalizando así el día de nuestra boda.
Oiiish que cuqui todo jo… precioso de verdad SIGUIENTE
ResponderEliminarme ha gustado la historia sigueinte ;)
ResponderEliminarOiiiis la boda!! hasta me he puesto yo nerviosilla con el día!!! que amores son! si sq quedarái tan bien juntos,...aiiis.
ResponderEliminarMás!!!