martes, 2 de julio de 2013

Relato 12: Verano sin ti...

''...Quiero pensar, que en la vida todo pasa...''
Dani Martín suena en mi iPod, inundando mi cabeza con recuerdos bonitos, mientras mis dedos se hunden en la fría arena, es de noche, oigo la olas contra el mar, suaves pero furiosas al mismo tiempo, rompen contra mis pies y me provocan escalofríos, suspiro.
''...No se si pensar, que eres la suerte que cuida mi camino...''
Él era la suerte de mi vida, hace ya un año que le perdí, en esta misma playa, me dijo que se iba para siempre, que no podíamos seguir juntos, que necesitaba distanciarse, que tenía miedo a enamorarse de mi, y que no quería que yo me enamorase de él, demasiado tarde Daniel, ¿no crees? ¿no notaste que cuando te miraba eras lo único que existía para mi? Estabas ciego Daniel, ciego.
''...Tú tienes miedo a vivir...''
Miedo a vivir sin ti, aún me cuesta asimilar todo esto, nunca me imaginé así, sola, sin él. Encuentro una piedra entre la arena, plana y redonda, la lanzo contra el agua y tras tres ondas se hunde en el agua, ojalá yo pudiera desaparecer con esa facilidad, simplemente metiéndome bajo el agua... Miro hacia los lados, ni rastro de nadie, me levanto y me voy deshaciendo de mi ropa, vestido, sujetador, zapatos, bragas... Me quedo completamente desnuda, meto los pies en el agua, ahora ya más calmada, la luna refleja contra el mar y contra mi cuerpo, iluminando mi silueta desnuda, hago las manos un puño, está muy fría, aun así me lanzo de cabeza, deseando poder perderme como la pequeña piedra, pero cuando vuelvo a abrir lo único que ha desaparecido ha sido mi cuerpo bajo el agua, vuelvo a hundirme bajo el agua y echo todo mi pelo hacia atrás, cierro los ojos y me relajo, alcanzo a oír los coches por la general, niños desde los balcones jugando, imagino sus manos rodeando mi cintura, acariciando mi tripa, dándome suaves besos por el cuello, haciéndome estremecer, provocando que entre en calor a pesar de lo fría que está el agua, noto las lágrimas deslizándose por mi cara, un año después y aun no lo he superado, ¿habría otra? ¿ya no me quería? Se fue sin darme una explicación coherente, se fue sin más, dejándome sola, dejando un hueco en mi cama, en nuestra cama. Abro los ojos y me los froto, no quiero llorar más, por mucho que le necesite y le eche de menos, miro a la orilla, hay una silueta observándome, noto como mis mejillas arden, se parece mucho, pero no, no puede ser. Se me acelera el corazón, dejo la mirada fija en él, consigo reaccionar y vuelvo a frotarme los ojos confiada en que va a desaparecer, pero no es así, permanece quieto, mirándome fijamente, salgo despacio del agua, avergonzada. Me acerco a la silueta, completamente desnuda, mojada, empapada.

-Te vas a resfriar

Su voz me atraviesa el pecho como una flecha, las lágrimas vuelven, ¿como sabía que estaba aquí? ¿Por qué ha venido? No entiendo nada, después de tanto tiempo. No me da tiempo de que mi cabeza reaccione, antes lo hace mi cuerpo, que se abraza a él con fuerza, me pasa su chaqueta por la espalda y me abraza con la misma efusividad, me desarmo en mil pedazos entre sus brazos, me deshago en lágrimas que quedan adheridas a su camiseta.

-Sh... Ya está pequeña, no llores más...

Me aprieto más fuerte contra él, se sienta y me sienta en su regazo, noto el calor de su cuerpo, pensé que nunca más volvería a abrazarle. Ahora me falta entender el motivo de todo esto, el motivo por el cual está aquí. Pasados unos minutos consigo dejar de llorar, le miro preguntándole con la mirada.

- Lo siento Anna, estaba equivocado, completamente equivocado, tenía miedo de aferrarme a ti, de necesitarte día a día, de echar de menos tus besos cada minuto separado de ti, pero es lo que me ha pasado, me ha llevado mucho tiempo darme cuenta, pero al fin lo he hecho, se que no querrás saber nada de mi, pero necesitaba decírtelo...

-Tienes razón, no quiero saber nada de ti, ¿sabes como me he sentido durante todo este año? Eres un imbécil

Me levanto enfadada, es cierto que le necesito y quiero estar con él, pero no puede arreglar el daño con cuatro palabras bonitas, como si fuese el único que lo ha pasado mal, recojo mi ropa y ando por la playa alejándome de él.

-¡Anna! -me quedo parada- ¡Te llevas mi chaqueta!

Oigo sus pasos y cuando está detrás de mi me giro de golpe y beso sus labios con efusividad, a la mierda todo, esto es lo que quiero, y esta vez nada va a evitarlo.

6 comentarios:

  1. Arrrrg tia me encanta *.* echaba de menos tus relatos Cris jo no los vuelvas a dejar. Quiero el siguiente relato prontito pliiiis<3

    ResponderEliminar
  2. Como vuelvas a dciir que no te gusta...voy a la Manga a pegarte...

    Que amargo el.principio y que guantazo le hubiese dado yo...

    Sabes todo lp.que te echaba de menos por aquí, y sabes por qué? por esto...tus caps salen de dentro.

    No.desaparezca...

    ResponderEliminar
  3. Jo Cris, qué perfección. Solo de imaginármelos en la playa los dos, a Anna con las olas, a los dos abrazados... Es fantástico. Escribes genial y lo sabes. No lo dejes nunca, vales mucho.

    ResponderEliminar
  4. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!!!!!!!!!
    Es que me los imagino a los dos y dksfhjasdllgfsdgfh me muero te lo juro.
    Sube el siguiente relato ya porque no sabes lo bien que escribes putaaa.

    Te quiero mucho mucho <3

    ResponderEliminar
  5. Penasiiaaaaaa y decías que no te gustaba el cap... Estás ciega, amiga. El cap es entre sdddfghygtrfedsr y ATATAS, sabes? Nah, que es muy sdfefrekfnreifcdewc ni de coña se me ocurren a mi estas cosas *-*. Encima lo escribes tan bien que. :')
    QUIERO EL SIGUIENTE RELATO LO ANTES POSIBLE!

    Te quiere, tu Penasia.

    ResponderEliminar
  6. Penee!! Que me ahs echo llorar y todoo!! Que triste y bonito a la vez :3 Se echaban de menos tus relatos cuqui <3

    ResponderEliminar